Maldición impredecible
Temida en lo alto y bajo
Tortura indefinible
Que conjura a la locura y los llantos
No te culpo, pero muerto te deseo
Porque a mí me has inmolado
Juego de plumas blancas
Te balanceaste sobre la estrella errada
Deseos inmensurables
De una razón en llamas
Promesas traicionadas
De ese caballero que tanto aclama
Por tu pasión y tu osadía
Yo te salvaré la vida
Me has visto agonizar
En el viento frío polar
De un vacío sin igual
Más nunca llegaste a vacilar
Y con crueldad animal
Me arrebataste los recuerdos
Y el poder andar
Cien violines alados haré tocar
En tu negro funeral
Semi-profano descomunal
Entre ilusiones y vergüenzas
Ahí te habrás de ahogar
Cubierto de estrellas
Y arenas de mar